Junior sufrió la más sensible de las derrotas en condición de local desde que Alexis Mendoza es entrenador del equipo, al ser superado 4-0 por Atlético Nacional, marcador que se concretó apenas acabado el primer tiempo.  

De principio a fin, Nacional hizo lo que se le antojó con la peor versión que Junior ha brindado desde que Alexis Mendoza figura como adiestrador de la escuadra barranquillera.

Lo que pretendía la afición que fuera una fiesta, se transformó rápidamente en un martirio que sacó lagrimas a los aficionados. Los gritos se transformaron en un silencio sepulcral por cuenta de los cuatro goles que Nacional le encajó al arco de Sebastián Viera.

A los 7 minutos, Jefferon Duque marcó el primero del sufrimiento. Tras un gran pase de Alejandro ‘Lobito’ Guerra, el ariete quedó de frente al arco de Viera, que intentó salir a achicar, pero el goleador del torneo sacó de su camino al portero para definir.

Junior nunca se encontró en la cancha. No se podía entender por qué Guillermo Celis parecía más un defensa central que un volante de marca y por qué Gustavo Cuéllar se veía desubicado, fuera del lugar en el que generalmente trabaja en el campo de juego.

De ninguno de los jugadores de Junior se podría rescatar gran cosa. No fueron un problema para Nacional, los ‘verdolagas’ continuaron haciendo su labor.  Diez minutos después 'clavaron' el segundo gol, en una acción donde Guerra ganó la pelota en la mitad para servírsela a un Jimmy Chará que llegó solo por la mitad para disparar un tiro imposible para el arquero.

La solución para la debacle que había en la cancha fue ingresar a Roberto Ovelar por Edison Toloza. Aunque el atacante de Nariño no dio un giro al partido, sin dudas fue de los menos responsables en la cancha.

A los 37 minutos, llegaría el tercero de una noche de terror, un ‘Halloween’ donde Junior salió con su peor disfraz. El habilidoso Chará se escurrió nuevamente entre los defensores para sacar un disparo a la base del sócalo izquierdo que, en rebote, le quedó al juvenil Marlos Morelos que no tuvo piedad. Un contundente 3-0.

Para finalizar el primer tiempo de espanto, Morelos mandó al fondo de las redes un gran jugada armada en toques sucesivos por Guerra y Chará, que destrozaron a lo poco que quedaba de Junior en el terreno de juego.

Con esa bailada a cuestas, cabizbajos, los jugadores rojiblancos se retiraron al camerino en medio del mutismo de la afición, que no tuvo palabras de aliento para sus jugadores.

Por otra parte, el clima tenso se trasladó a las gradas donde la fuerza pública debió reaccionar hasta con el comando antimotines que actuó para enfriar las cosas y evitar que se salieran de control.

La segunda mitad, quizás más para ofensa de la hinchada de casa que para su alivio, no fue más que un trámite. Incluso, los aficionados se comenzaron a retirar del escenario faltando más de 20 minutos.

Sería falso decir que Junior no se acercó, pero realmente las llegadas de Vladimir Hernández y Jorge Aguirre, así como el ingreso de Jarlan Barrera, no quedaron sino para una simple anécdota de los más cuidadosos.

Solo al final de las acciones, a falta de cinco minutos,  hubo una especie de indulto de las tribunas a los futbolistas. Los que quedaban en el estadio entonaron algunos canticos para levantar la moral de los ‘Tiburones’, que terminaron con uno menos tras la expulsión de Guillermo Celis en el minuto final.

Ahora Junior deberá recomponerse rápido. Recordar que es finalista de la Copa Colombia y volverse armar para tratar este mal trago. Amargo desde todo punto de vista, que apropósito es la cuarta derrota en casa del campeonato.

En la próxima jornada Junior se medirá de local ante el Deportivo Independiente Medellín.